Además, oculta tras los baños, arranca una escalera secundaria que permite el acceso a la terraza de la cubierta, así como a un pequeño espacio bajo la cubierta inclinada que se puede utilizar como estudio y que vuelca sobre la doble altura del estar. Gracias a este recurso en sección se consigue la entrada de luz desde la cubierta al resto de las plantas inferiores. Prácticamente se puede hablar de que se trata de una casa-lucernario.
En la composición de la fachada se ha buscado la abstracción y la minimización de elementos. Asimismo, buscando la integración del edificio en la imagen que se tiene de Andorra desde el monte de “San Macario” la cubierta se resuelve con faldones inclinados de teja árabe, a excepción de la pequeña terraza descrita anteriormente que no obstante se integra perfectamente.